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Las 7 Leyendas Más Terroríficas de Colombia

Sculpture of the famous legend of Colombia Juan Machete

Actualizado el 13/03/2024

Estimado lector,
Me gustaría recomendarte también nuestra guía de viaje de Colombia, que ofrece un panorama perfecto de las atracciones turísticas del país. Disfruta de la lectura.

En un país como Colombia y en la gran mayoría de países latinoamericanos existen multitud de historias, de mitos y leyendas que han sido trasmitidas por generaciones. Una leyenda es una narración de índole popular, que a pesar del paso del tiempo se ha trasmitido ya sea de forma oral o escrita. Estas historias incluyen elementos fantásticos o sobrenaturales.

En Colombia encontramos increíbles historias sobre personas que cometieron crímenes atroces, guiados ya sea por su orgullo, su avaricia o por su lujuria y por este motivo, fueron castigados a vagar sin descanso por toda la eternidad. Con el objetivo de que te mezcles con la cultura colombiana y que además conozcas estas historias, te quiero mostrar algunas de las leyendas más terroríficas de este maravilloso país.

Juan Machete

Una de las leyendas más conocidas del llano colombiano es la terrorífica historia de Juan Machete.

Se comenta que hace mucho tiempo en Macarena (un municipio que se ubica en el departamento del Meta), vivió un hombre llamado Juan Francisco Ortiz, quien en su corazón solo guardaba ambición y hambre de poder. Cegado por su ambición, Juan decidió contactar con el demonio. El hombre le ofreció su alma, la de su esposa y la de sus hijos a cambio de poder y riquezas.

El rey del infierno aceptó ayudarlo, pero antes le encargó una perturbadora misión. El demonio le encomendó que llevara a un gato negro y a una gallina negra (otras versiones de la historia cuentan que fue un sapo y una gallina) a lo más profundo del bosque durante un viernes santo. Ahí, Juan a media noche debía coserles los ojos a los animales y enterrarlos vivos. Tras esto el pacto se cerró, el demonio apareció y le dijo:

“El pacto está hecho, hasta el día que yo lo decida”.

Desde ese momento, Juan empezó a tener una racha positiva, sus negocios crecían rápidamente, sus tierras eran fértiles y producían alimentos muy rápido, además su ganado se reproducía a una velocidad increíble.

Una mañana Juan divisó en sus tierras a un imponente toro negro, con cuatro cascos y los dos cachos blancos. El hombre ingenuamente pensó que sería de algún vecino e intentó sacarlo, pero no lo logró, el toro se quedaría ahí.

Juan no se contentaba con todo lo anterior, él quería más riquezas y más poder. Un día mientras estaba revisando el ganado, un chivo le habló y le dijo:

“Juan, en tu hacienda aparecerán unos trabajadores, contrátalos porque ellos serán tus fieles servidores. Irán al mando de un hombre llamado Constantinoplo, bautízalo rezando un credo al revés. Con esto tus riquezas se duplicarán y no habrá hombre más rico en toda la región”.

Esos hombres que eran servidores del demonio ayudaron a Juan. Pronto su riqueza aumentaría y él se convirtió en el hombre más rico de la región. Pero, recuerden, todo lo que llega de mala manera va a desaparecer tarde o temprano. Pasaron los años y cada día las palabras del demonio «El pacto está hecho, hasta el día que yo lo decida», retumbaban en la cabeza de Juan.

Eventualmente la suerte del hombre empezó a desaparecer. Sus tierras dejaron de producir alimento, una sequía provocó que sus animales murieran, su casa se quemó, los trabajadores del diablo desaparecieron y finalmente, su familia también lo abandonó. La única compañía que le quedó a Juan fue la del toro negro que jamás se fue de sus tierras. El hombre agarró las riquezas que le quedaban, se fue al bosque donde las enterró y al pasar el tiempo, falleció.

Los ataques de Juan Machete

Juan fue a pagar su deuda con el diablo y, por supuesto, su alma nunca descansó. El Juan humano murió, pero en su lugar apareció la entidad conocida como Juan Machete.

Se dice que, en las profundidades de los bosques de la Macarena, Juan en estado enloquecido ataca a cualquiera que se acerque al lugar donde enterró su tesoro. Al final Juan quedó solo y condenado eternamente a proteger una fortuna que ya no puede disfrutar.

La Muelona

Durante la época de la colonia española, en la región Andina de lo que hoy es Colombia, se dice que vivió una malvada mujer que era conocida como “la Maga”.

Esta mujer era conocida por practicar artes oscuras, como adivinación a través de las líneas de la mano o de los naipes. Pero su reputación era tan mala debido a que ella se encargaba de arruinar matrimonios, aconsejar a las jóvenes con métodos para evitar que quedaran embarazadas y propiciar todo tipo de inmoralidades.

Se cuenta que por culpa de la maga las enfermedades venéreas empezaron a ser comunes en toda la zona y que cientos de personas quedaron en la ruina. Finalmente, la maga falleció, pero cosas extrañas empezaron a ocurrir, su casa se llenó de un olor penetrante y nauseabundo. Esto provocó que nadie se quisiera acercar al hogar de esa mujer.

Una noche, una antigua cliente de la maga decidió entrar a la casa, con el objetivo de buscar joyas y trajes o cualquier objeto de valor. Cuando ella apagó la lamparilla, el lugar se llenó de murciélagos, la mujer asustada intentó salir, pero de repente escuchó una voz que le decía:

“Voy a vengarme de los hombres jugadores y perniciosos, de las mujeres livianas y desvergonzadas, ¡estarán conmigo en el infierno, soy la muelona!”.

La mujer temblando y casi sin poder reaccionar, salió corriendo de la casa de la maga, para buscar ayuda. Tras comentar lo sucedido, las autoridades decidieron quemar la casa de la bruja. Pero desde ese momento en toda la región andina, se empezó a decir que una entidad conocida como la Muelona atormentaba a las personas.

Los ataques de la Muelona

Desde que se quemó la casa de la maga, diferentes personas aseguran haber visto a la entidad conocida como la Muelona. Se dice que este ser ronda los caminos y se encuentra cerca de los árboles. Normalmente suele aparecer entre las 6:00 pm y las 9:00 pm.

La Muelona toma la apariencia de una mujer joven, hermosa, con cabello largo, ojos penetrantes y siempre muestra sus dientes lo que hace parecer que ella estuviera sonriendo constantemente. Este ser suele seducir a sus víctimas y una vez se acercan a ella, la Muelona procede a abrazar a la persona y a triturarla con sus poderosos dientes.

La tradición cuenta que la Muelona suele buscar a los infieles, a los adictos al juego y a los alcohólicos. Por otra parte, los campesinos comentan que esta entidad no ataca a las mujeres que van a ser madres y a las personas que viven en un hogar donde recientemente haya nacido un bebé.

El Sombrerón

Esta leyenda es típica de los departamentos de Antioquia, Huila y Tolima y cuenta la historia de un tétrico personaje que acecha por las noches.

Se cuenta que, en el siglo XIX, dos hombres llamados Santiago Echevarría y Camilo Restrepo, los cuales eran conocidos por ser unos borrachos y jugadores empedernidos, se encontraban tomando y jugando hasta altas horas de la noche.

Finalmente, ya cansados, ambos hombres decidieron emprender su camino a casa. Tras caminar por unos minutos, en el horizonte desde la profunda oscuridad salió un hombre alto, montado en un caballo, vestido completamente de negro, con un gran sombrero. Y lo más aterrador era que tenía una cara diabólica, con unas facciones que lo alejaban de cualquier atisbo de humanidad y, sumado a lo anterior, lo acompañaban dos perros negros atados con cadenas.

Los hombres temblando y casi sin poder reaccionar, sin entender nada, por puro instinto de supervivencia, salieron corriendo. Pero de repente una voz tétrica que helaría la sangre a cualquiera pronunció:

“Si te alcanzo, te lo pongo”.

El Sombrerón empezó a perseguir a los dos hombres montando su caballo a toda velocidad. La entidad demoniaca lanzó su sombrero a Santiago, el objeto aumentó de tamaño y logró cubrir en su totalidad al hombre. Tras hacer esto, Santiago se desmayó y el sombrero regresó a su dueño. La entidad desapareció dejando tras de sí un viento gélido y mal oliente.

Las horas pasaron y finalmente Santiago despertó, sin saber si lo que había vivido era una alucinación producto de su borrachera o de verdad había pasado.

Las apariciones del Sombrerón

Desde ese momento, varias personas empezaron a reportar los ataques de esta entidad a la que denominaron el Sombrerón. La leyenda cuenta que este ser demoniaco suele atacar a los borrachos, a los trasnochadores, a los peleadores y a los jugadores empedernidos.

El Sombrerón también es conocido como el Jinete sin Zamarros o el Jinete Negro y se dice que lo vieron en diferentes lugares como en los departamentos de Bolívar, Tolima, Huila y Valle del Cauca. Además, también se le ha visto en pueblos como Jardín, el cual es un pueblo patrimonio se ubica en el departamento de Antioquia.

La Madre de Agua

Esta leyenda es común en los departamentos de Antioquia y Tolima. Esta historia trata de una mujer atormentada por la pérdida de su hijo y de su amado.

El relato nos traslada a la época de la conquista española, durante este periodo era común que los soldados europeos buscaran a las diferentes comunidades indígenas para someterlas y robarles sus riquezas.

Un día los soldados españoles encontraron un asentamiento, que era gobernado por un joven cacique. El líder indígena era fuerte y guapo. Tras un breve enfrentamiento lograron someter al indio. Los soldados españoles intentaron que el joven indígena dijera dónde estaban los tesoros de su pueblo, pero él no entendía español y además era muy orgulloso, por lo que bajo ningún concepto ayudaría a sus agresores. El capitán, enojado por el comportamiento del indígena, ordenó que lo ataran y lo azotaran.

Lo que nadie se esperaba es que a lo lejos la hija del capitán, una joven que no pasaría de los 15 años, muy hermosa, de ojos claros y rubia cabellera, miraba con gran interés al guapo indígena. Cuando los superiores no estaban vigilando al cacique, la joven se acercó al soldado que estaba torturando al indígena y le rogó para que lo dejara ir. El español fue incapaz de negarse a la petición de la bella mujer, por lo que liberó al cacique.

En ese momento el indio y la española escaparon a la profundidad y espesura del bosque. Una vez estuvieron alejados y aunque no se pudieran entender, ella besó al indígena y le dijo:

“¡Huyamos!, llévame contigo, quiero ser tuya”.

El indígena, absorto por la belleza de la joven, se enamoró al instante y decidió llevársela junto a él. La pareja se estableció en un bohío (una cabaña que tiene forma circular), de un amigo del indígena. Los meses pasaron y la pareja vivía felizmente e incluso al hogar llegó un bebé.

Pero hasta en los momentos de felicidad, los problemas no tardan en aparecer. Una indígena, que había estado enamorada del cacique, sintiéndose rechazada y enojada decidió contactar a la familia de la joven. El capitán español, lleno de rabia y con ansias de venganza, partió con algunos soldados al lugar donde estaba su hija.

Al llegar sin ninguna clase de compasión y con enojo y odio en sus ojos, ordenó que amarraran a los padres en un tronco a la orilla del río. El español miró con odio a su pequeño nieto y sin siquiera titubear lo agarró y dijo:

“Morirás indio inmundo, no quiero descendientes que manchen mi nobleza, tú no eres de mi estirpe”.

Acto seguido, el capitán ordenó que lanzaran al pequeño al río. Los padres intentaron desesperadamente ayudar a su pequeño, pero todo fue inútil, ni siquiera pudieron escapar del tronco al cual estaban amarrados. Lamentablemente, la tortura de la joven española estaba lejos de terminar. Su padre los llevó al campamento, ahí sin ningún atisbo de compasión ordenó que decapitaran al indígena ante la atenta mirada de su amada.

La joven, traumada y llena de rabia, fue dejada en libertad. A las pocas horas volvió a escapar, se dirigió al río donde habían matado a su hijo y se lanzó, quitándose la vida. Su alma, atormentada no pudo descansar en paz y pronto se convertiría en la temible Madre de Agua.

Los ataques de la Madre de Agua

Se dice que el espíritu vengativo de la joven española ronda los ríos, manantiales y quebradas colombianas. Los relatos cuentan que esta entidad se revela como una hermosa joven, con ojos claros y cabellos dorados, pero tiene una particularidad, sus pies están volteados hacia atrás.

La Madre de Agua está interesada en los niños y adolescentes. Se cuenta que cuando se acerca, se puede escuchar una melodiosa voz cantando una canción de cuna. Los jóvenes que la ven quedan enamorados, pronto pierden la cordura y empiezan a soñar con ella constantemente.

Esta diosa de las aguas utilizando el amor que sienten los niños por ella, los manipula para lograr que se lancen a las aguas, poniendo en peligro la vida de los jóvenes.

La Candileja

Esta leyenda es tradicional de los Llanos orientales y cuenta la historia de 3 bolas ígneas malignas que persiguen a los inmorales, borrachos, irresponsables e incluso a los pobres viajeros que se encuentran solos durante la madrugada.

Se dice que hace mucho tiempo, vivía una familia compuesta por una anciana millonaria y sus dos nietos. La mujer consentía demasiado a los niños y como resultado, ellos eran muy rebeldes, hacían un montón de travesuras e incluso se cuenta que llegaron al límite de pedirle a su abuela que hiciera de caballo para que ellos pudieran jugar, cosa que ella aceptó.

Al pasar el tiempo, la salud de la mujer empeoró y finalmente murió. Al llegar al cielo se encontró con el mismísimo San Pedro, quien le reclamó por no haber tenido más autoridad con sus nietos.

Como castigo, el guardián del cielo ordenó que por toda la eternidad la mujer estaría condenada a permanecer en la tierra en forma de tres bolas ígneas que simbolizaban a la abuela y a los dos nietos.

Los ataques de la Candileja

Este ente maligno se caracteriza porque a pesar de ser un espectro, no ha olvidado el amor que tuvo por sus nietos. Al ver a un padre irresponsable o a alguien que maltrate a un niño los ataca sin ningún tipo de compasión. Además, como muchas otras entidades, también guarda odio hacia los borrachos, a quienes ataca constantemente.

Este espíritu no es del todo malo, pues cuando ve a un niño perdido, en lugar de atacarlo lo ayuda mostrándole el camino de regreso a su hogar.

La Pata Sola

Una de las leyendas más conocidas en toda Colombia (sobre todo en el Tolima) es la de la Pata Sola. Esta historia habla de un terrible ente que seduce a sus víctimas para luego matarlos de formas horribles.

Cuenta la leyenda que hace mucho tiempo vivía una familia compuesta por un humilde campesino, su bella esposa y sus tres hijos. El hombre trabajaba en la hacienda de un hombre muy rico, que tenía a muchos trabajadores.

Un día el dueño de la hacienda, cansado de la monotonía, ordenó a uno de sus vaqueros que le consiguiera a una bella joven, para que fuera su amante. El trabajador le aconsejó a su patrón que fueran al río para ver a las mujeres que lavaban ropa. Una vez ahí, el patrón se fijó en la esposa del campesino y a su vez la mujer mostró interés en él.

Desde ese momento, el dueño de la hacienda se marcó como objetivo el conquistar a esa bella mujer. Él le llevaba regalos y era atento con ella. Poco a poco la mujer se enamoró del hombre y ambos iniciaron una relación a escondidas.

Pasó el tiempo y la relación entre el humilde campesino y su mujer se había deteriorado. Un día este hombre se reunió con un amigo, quien no era otro que el vaquero que había aconsejado al patrón para que fuera al río a ver mujeres. El humilde campesino, con tono triste, le comentó a su amigo que su mujer estaba distante con él, que lo trataba mal y que ya no sentía que lo quisiera de la misma forma.

El vaquero, sintiéndose culpable, decidió contarle la verdad sobre la relación secreta entre el patrón y la mujer del campesino. Este último abrumado por la noticia, se levantó, le agradeció a su amigo y se fue sin decir nada.

El campesino enojado e impotente, decidió comprobar si esa relación en verdad existía. Llegó a su casa y le dijo a su mujer que el patrón lo había mandado al pueblo y que no regresaría hasta la noche. El hombre regresaría un poco más temprano y al llegar vio que no estaba su esposa. La mujer llegaría a eso de la media noche, el campesino la cuestionaría por su paradero y ella respondió:

“Amor, estaba lavando una ropita”.

La excusa era ridícula y el campesino lo sabía, pero lo único que respondió fue que al otro día también debía irse al pueblo. En esta ocasión el campesino no se fue a ningún lado, sino que se ocultó al frente de su hogar y esperó pacientemente. Al anochecer, vio como su patrón se aproximaba a su casa, la mujer lo recibió y saltó a sus brazos.

El campesino estaba furioso. Sin decir una palabra, agarró un machete y con una expresión de furia en su rostro se acercó lentamente a donde estaban su patrón y su infiel mujer. Cuando el campesino estaba muy cerca, el patrón se percató de su presencia, pero ya era tarde, el dueño de la hacienda fue decapitado de un solo tajo con el machete manejado por la rabia del hombre.

La mujer estaba aterrada, se forzó a reaccionar e intentó huir, pero su esposo era más rápido que ella. Sin ningún tipo de compasión, el campesino cortó la pierna de su mujer, matándola, pues se desangró en poco tiempo.

Al campesino lo metieron preso, pero no permaneció por mucho tiempo. Cuando recobró la libertad regresó a su hogar, se llevó a sus hijos y quemó su antigua casa. La cuestión es que la historia no acaba acá, al poco tiempo se empezó a decir que una extraña mujer con una sola pierna estaba rondando los caminos y al verla lanzaba gritos aterradores. Este sería el origen de la Pata Sola.

Los ataques de la Pata Sola

Se dice que desde ese momento, la Pata Sola se oculta en los valles, montañas y llanuras colombianas, con el objetivo de atraer y seducir a hombres para después matarlos.

Hay dos supuestas formas en la que esta entidad se manifiesta. La primera dice que aparece como una mujer bellísima que seduce a los hombres solitarios que pasan por los caminos. Estos hombres, ingenuos, siguen a la mujer hasta las profundidades del bosque, ahí ella se transforma en un horrible monstruo con una boca anormalmente grande, de donde asoman unos dientes felinos y una mirada aterradora. Después de su transformación ataca a su víctima.

Otra forma en la que se manifiesta la Pata Sola es a través de horribles alaridos. Se dice que a veces los viajeros escuchan horribles gritos de ayuda, cuando las personas se acercan al origen de los gritos, estos se vuelven cada vez más tristes. Cuando llegan a donde está la mujer llorando, esta se transforma en una horrible bestia que se abalanza sobre sus víctimas, les chupa la sangre y finalmente los tritura con sus dientes felinos.

El Silbón

Esta leyenda, muy común en los llanos, nos habla de un hombre consentido que llegó a matar a su padre solo por no cumplir sus caprichos.

Se dice que hace mucho tiempo vivió un joven extremadamente consentido y caprichoso, cualquier deseo que él tuviera su familia lo cumplía rápidamente. El muchacho tenía una característica y es que solía silbar mientras caminaba.

Un día la familia se había reunido para almorzar. Cuando le pusieron el plato al joven caprichoso, este lo miró con desprecio, se levantó y arrojó la comida al piso, mientras decía:

“Qué asco, yo quería carne de venado”.

Acto seguido se fue del lugar, dejando a su familia acongojada. El padre del joven, quien lo consentía mucho, agarró su rifle y se dirigió a cazar al venado que tanto quería su hijo. Llegó la noche y lamentablemente el padre fue incapaz de cazar al venado.

Mientras tanto su hijo estaba emborrachándose, como lo hacía diariamente, cuando se cansó, simplemente se levantó y se fue a su casa silbando. En el camino tuvo la mala fortuna de encontrarse con su padre, quien muy triste le dijo que no había podido cazar al venado. El joven caprichoso, con una expresión de furia y sin ninguna clase de compasión por su padre, lo agarró a golpes hasta dejarlo en el suelo. Luego, agarró el rifle de su padre y lo remató. El asesino también agarró el cuchillo de caza de su padre y, sin ningún atisbo de duda, le arrancó las entrañas.

Cuando llegó a su casa le entregó a su familia la carne de su padre, estos le preguntaron «¿de dónde sacaste esa carne?», a lo que el joven sin ningún arrepentimiento respondió:

“Esta carne es del inútil de mi papá, quien no pudo cazar a mi ciervo”.

La familia estaba horrorizada. En ese momento el abuelo del joven caprichoso, quien era más severo que su hijo, ordenó que ataran a su nieto a un árbol en las afueras de su casa. Cuando estaba amarrado, el abuelo lleno de ira empezó a azotar al joven caprichoso y cuando su carne estaba expuesta le echó aguardiente (otras versiones aseguran que le echó sal y ají).

Tras esto el abuelo maldijo a su nieto, haciendo que vague por toda la eternidad y además hizo que el perro tureco (una entidad que persigue a las almas de aquellos que cometieron pecados en su vida) lo persiguiera para siempre. El joven regresó al lugar donde había asesinado a su padre, recogió los huesos y los guardó en una bolsa. Después se alejó caminando mientras silababa y de ahí nació la maligna entidad conocida como el Silbón.

Los ataques del Silbón

Se dice que escuchar al Silbón es un presagio de mala suerte, pues puede significar que tu muerte está cerca. Una característica de este ser es que su silbido se asemeja a las notas musicales do, re, mi, fa, sol, la, si, por lo que, si escuchas un sonido semejante, ten cuidado. Si escuchas el silbido cerca, puedes estar tranquilo, pues el Silbón está lejos, pero si escuchas su silbido lejos, ten cuidado, eso significa que la entidad anda cerca.

Como muchos otros personajes de leyendas colombianas, el Silbón también ataca a gente inmoral. Este ser gusta de atacar borrachos, a quienes le succiona el ombligo para buscar aguardiente. Otras de sus víctimas son los hombres mujeriegos, a quienes despedaza y guarda sus pedazos en su bolso en donde también descansan los restos de su padre.

La leyenda cuenta que la mejor forma de salvarse del Silbón es contando con la ayuda de un perro, pues el ladrido de estos animales le aterran.

Más historias de miedo

Estas fueron solo algunas de las incontables leyendas folclóricas colombianas sobre espíritus y entidades malignas. Si quieres conocer más historias tradicionales de miedo asociadas a lugares específicos, te recomiendo que leas el artículo: Los lugares más terroríficos que puedes encontrar en Colombia.

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Hola, soy Frank Spitzer, el fundador y el corazón detrás de Pelecanus, un operador turístico especializado en viajes por Colombia. Mi trayectoria en viajes es amplia, he viajado a más de 60 países, absorbiendo culturas, experiencias e historias. Desde 2017, he estado utilizando esta riqueza global de experiencia para crear experiencias de viaje inolvidables en Colombia. Soy reconocido como una autoridad líder en el sector turístico colombiano y tengo una profunda pasión por compartir este hermoso país con el mundo. En mi canal de YouTube puedes echar un vistazo a mis aventuras de viaje y a mi perspectiva de Colombia. También participo activamente en plataformas de redes sociales como TikTok, Facebook, Instagram y Pinterest, donde comparto la vibrante cultura y los impresionantes paisajes de Colombia. Para establecer contacto profesional, no dudes en conectarte conmigo en LinkedIn. ¡Acompáñame en este increíble viaje y exploremos juntos las maravillas de Colombia!

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